martes, 25 de noviembre de 2008

Ensayo de Profesión Docente

“El compromiso de los docentes más la entrega de conocimientos versus el conocimiento sin la responsabilidad que el ser profesor involucra”.

La problemática de la educación comienza dentro de las universidades donde los alumnos de pedagogía se limitan o se dedican básicamente a memorizar los conocimientos que se entregan sin una mayor capacidad de análisis, por lo tanto se limita su capacidad de aprendizaje y por consiguiente su capacidad de enseñanza. Partiendo de esta base es necesario hacer un cambio en lo relativo a la formación del docente dando mayor hincapié a las debilidades de los alumnos y no solo a la entrega de conocimiento, siendo capaces de identificar los puntos más frágiles y estar preparados para reforzarlos. Según este compromiso se deben considerar diversos factores, como por ejemplo el ser aptos de darse a entender de una manera optima y al mismo tiempo observar quienes son los que presentan un déficit de atención (lo que dificulta o desfavorece el rendimiento de los alumnos).
Otro factor que puede llegar a determinar el grado de compromiso de los pedagogos en general, es la habilidad de formar mentes pensantes capaces de analizar, cuestionar y/o hacer una crítica a las materias aplicándolas a su entorno y realidad para llegar a lograr una internalización de los conocimientos, pasando de ser la respuesta a una prueba a ser la respuesta a una realidad social.















Este postulado se basa principalmente en los tres argumentos presentados a continuación:

La educación como un dogma.
Primero que todo “dogma” se entiende como un conocimiento dado que no se puede cuestionar, entregado como ley, donde no hay cabida para la interpretación. Si se considera esto como la raíz del conocimiento en chile donde el conocimiento esta dado por un profesor distante al que si se le plantea una pregunta, consulta un libro para buscar respuesta a una interrogante que puede ser deducible de la interpretación, es comprensible que nuestros alumnos no desarrollen su propia capacidad de análisis y sean un simple robot de almacenamiento de datos con la finalidad de responder una prueba mayor (PSU).
De esta misma forma se entiende educación como un adiestramiento, en donde los estudiantes no aprender a pensar de forma autónoma sino que piensa de manera masiva, basándose en los conocimientos adquiridos. Claramente este no es el concepto de pedagogo que nuestros alumnos deben aprender de nosotros y que deberíamos entregar.
Los profesores no sólo deben entregar el conocimiento que se les dice que deben entregar, por el Ministerio de Educación, sino que además deben fomentar la búsqueda de materias que complementen lo estudiado, dando así distintos puntos de vista a una misma problemática, por esto se debe dejar de ver a los libros de textos como una biblia y comenzar a tomarlos como una guía.
Lo analizado anteriormente corresponde a lo que vemos en las aulas actualmente, demostrando con esto el poco compromiso de parte del profesor con el alumnado en general, para remediar esta situación es necesario inculcar en los profesores en vías de formación el cómo potenciar otra áreas de las habilidades cognitivas, como por ejemplo la crítica y el análisis, no sólo la memoria.







La influencia de un profesor con compromiso sobre los alumnos.
Hay que tener presente que los profesores son los pilares de la sociedad e influyen, tanto de manera positiva como negativa, en la mentalidad del alumno; un profesor que se limita a sólo a hacer su clase y no brinda el apoyo que necesita el estudiante, dificultará en cierta medida el potencial que este presente, frena las capacidades que los alumnos poseen restringiendo las herramientas con las cuales pueden lograr un mayor desarrollo del aprendizaje. Esto se verá reflejado en el futuro de los alumnos y en las armas que emplean para desenvolverse en un medio competitivo como es la sociedad actual.
Ejemplificando lo anterior nos damos cuenta del porque la elección de la mayoría de los estudiantes es siempre la educación universitaria en vez de la educación técnica, estando la primera sobrevalorada y la segunda ha sido desvalorizada a pesar de que en muchos casos esta última es una alternativa más viable y más completa que la educación universitaria, otorgando mejores herramientas dentro de un mismo campo laboral.
Un profesor que incentive y se comprometa de forma real y verdadera con sus alumnos tendrá un efecto positivo en ellos pudiendo llegar a ser un ejemplo o modelo a seguir tanto como persona como profesional, motivando a que muchos de sus alumnos se interesen por la entrega de conocimientos a otros estudiando la carrera de educador, dejando de lado el interés monetario y material al momento de elegir una profesión.
Otra rasgo que hace de un profesor comprometido un buen educador es que no sólo se ve ligado a sus alumnos por la entrega de conocimientos, sino que se preocupa del ambiente social en que este se encuentre, viendo su realidad y al mismo tiempo apoyándolo, transformándose en un pilar importante que dará frutos positivos en la vida de los estudiantes; creo que el profesor debe analizar el estado social en el cual ejerce, para ver las debilidades de los escolares y apuntalar las deficiencias; por ejemplo en el caso de que un alumno no cuente con los recursos necesarios para lo básico que es sacar fotocopias, el profesor debe ser consciente de esa necesidad y amilanarla consiguiendo becas o alguna otra solución con la finalidad de que el este no se vea en un nivel menor frente a sus compañeros por factores externos a las capacidades que presente.




Relación entre docentes.
Otro elemento que influye en el compromiso del profesor, es la relación que este establece con sus pares, la que puede estar determinada por el grado de influencia que uno ejerce sobre otro, en pro de la ayuda al alumno.
Esta interacción se ve afectada también en parte por el grado de fragmentación de las distintas áreas en las que se desenvuelve cada profesor, es decir, difícilmente un profesor puede intervenir en el área de estudio de otro por el bien del alumno, ya que son especialidades distintas y en algunos casos se establece una barrera mayor siendo el causante de esta el ego intelectual de los profesores; está más decir que muchos profesores se creen un Dios en su área y que no permiten el aporte u opinión de otros profesores a los cuales considera ignorantes ya que esa no es su materia, por ejemplo, el caso de un profesor de Matemáticas que por beneficiar a un alumno que le está yendo mal en Lenguaje y Comunicación intenta establecer un dialogo con el profesor de dicha asignatura para ver que tan grande son las deficiencias del alumno en su ámbito, e intentar resolverlo con un trabajo conjunto entre los tres involucrados en el tema, siendo estos, el profesor de Matemáticas, el de Lenguaje y Comunicación además del alumno afectado, muchas veces no logra su objetivo y en algunos casos esto se puede convertir en una enemistad entre los profesores, ya que en este caso el profesor de Lenguaje y Comunicación podría tomarlo como un insulto a la forma en que entrega el contenido de su materia.
Como los profesores comprometidos en la educación son una minoría, se ven excluidos dejando que predomine una actitud egoísta en el sistema, en la que el profesor pasa a ser un ente magnánimo bloqueando la intervención de terceros los cuales incluso podrían fortalecer su apego a los alumnos pero para esto deberían estar dispuestos a trabajar en equipo dejando de lado la supremacía (años trabajados, puesto que los profesores con más antigüedad se creen mucho más sabios que los nuevos y no están abiertos a nuevas ideas).

El campo del profesor puede verse limitado, pero dentro de este las acciones que un docente realiza tienen una gran importancia, debido a que si bien son pocas las instancias en las que puede interferir un pedagogo, estas son importantes y se ven reflejadas en la relación que un docente pueda tener con su alumnado.

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